UN LIBRO
GRANDE 21/abril/2012
Si hay algún
libro leído por mí en estos últimos tiempos, que merezca una especialísima
mención, ese es el «Catecismo de la Iglesia Católica»: libro redondo por donde
se lo mire; quien lo lleva consigo tiene un compendio riquísimo, en 1000
páginas, sobre el universo religioso y teológico cristiano; de la vastísima
erudición de este libro hablan sus más de 7.500 citas de la Biblia, la
Tradición viva, el Magisterio, así como la herencia espiritual de los Padres, Doctores,
Santos e iluminados de la Iglesia de todos los tiempos; este libro ha tomado en
cuenta «las explicaciones sugeridas por
el Espíritu Santo a la Iglesia a lo largo de los siglos». Ha tratado de
dirigir «la luz de la fe a las
situaciones nuevas y los problemas que en el pasado aún no se habían planteado».
Cosas antiguas y cosas nuevas contiene este Catecismo porque la fe, siendo
siempre antigua, es siempre fuente de luces nuevas.
Los temas de
este Catecismo están tratados en 4 grandes partes: i. el misterio cristiano que
es objeto de LA FE (símbolos); ii. es comunicado al pueblo de Dios en LA
LITURGIA (culto y sacramentos); iii. está presente para sostener a los fieles
en SU OBRAR (ley, mandamientos); y iv. es el fundamento de NUESTRA ORACIÓN (el
Padrenuestro).
No se hace difícil la lectura de este
macizo libro –macizo no por su entidad física sino por la riqueza de ideas–
porque su redacción castellana es impecable y ordenada; además, sus índices
sobre Libros Sagrados y Documentos de la Iglesia e índices Temático y
Sistemático, permiten encontrar ágilmente lo que en cada momento interesa al
lector.
¿Cómo y cuándo
fue elaborado este Catecismo? El itinerario que siguió explicará la plenitud
de este libro: Juan Pablo II convocó un Sínodo de obispos en 1985, para
celebrar los 20 años del Concilio Vaticano II, que expidió valiosos documentos
de renovación eclesial. Este Sínodo expresó el deseo de contar con un Catecismo o compendio de toda la doctrina
católica tanto sobre fe como sobre moral. En 1986 el Papa, atendiendo el
deseo sinodal, confió a una Comisión de 12 cardenales y obispos, presidida por
el Card Joseph Ratzinger, la tarea de preparar un proyecto de Catecismo: la
Comisión debía dar directrices y velar por el desarrollo del trabajo. Se
encargó de la redacción a un Comité de 7 obispos diocesanos, expertos en
teología y catequesis, que trabajó junto a la Comisión.
A base de las
directrices recibidas, este Comité redactor debía escribir el texto, introducir
las observaciones de la Comisión y examinar las sugerencias de los obispos y
teólogos del mundo entero. En 6 años de trabajo continuo, el Comité elaboró 9
proyectos. El texto final fue consultado a las Conferencias Episcopales del
mundo entero e Institutos de Teología y de Catequesis de la Iglesia.
Puede decirse
que el Catecismo de la Iglesia Católica recibió la colaboración de toda la
Iglesia. El concurso de tantas voces ha hecho resonar la sinfonía de la fe. El
proyecto definitivo fue publicado por Juan Pablo II, mediante la expedición de
la Constitución Apostólica «FIDEI DEPOSITUM», el 11 de octubre de 1992.
El libro de
veras «bueno» es el que llena tu mente con una luz interior nueva y ensancha el
horizonte del conocimiento con espacios insospechados antes. El libro bueno es
como la abeja que fecunda las flores de muchos árboles para llenarlos de frutos
olorosos. Hay gente con humos de mostrarse superior a todo, que achaca defectos
a esta obra monumental. No es imposible que los tenga, pero es más probable que
los defectos estén en sus críticos.
Pare terminar,
la edición que me ha servido para este comentario es de la Editorial San Pablo,
año del Señor 2000, Santa fe de Bogotá, hecha con un profesionalismo impecable.
INTRODUCCIÓN AL COMPENDIO DEL CEC
1. El 11 de Octubre de 1992, el Papa Juan Pablo
II entregaba a los fieles de todo el mundo el Catecismo de la Iglesia
Católica, CIC, presentándolo como «texto de referencia» para una catequesis
renovada en las fuentes vivas de la fe. A treinta años de la apertura del
Concilio Vaticano II (1962-1965), se cumplía de este modo felizmente el deseo
expresado en 1985 por la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos de
que se compusiera un catecismo de toda la doctrina católica, relativa a la fe y
a la moral.
Cinco años después, el 15
de Agosto de 1997, al promulgar la editio typica del Catechismus
Ecclesiae Catholicae, el Sumo Pontífice confirmaba la finalidad fundamental
de la obra: «Presentarse como una
exposición completa e íntegra de la doctrina católica, que permite que todos
conozcan lo que la Iglesia misma profesa, celebra, vive y ora en su vida diaria».
2. En orden a un mejor aprovechamiento de los valores del Catecismo
y para responder a la petición del Congreso Catequético Internacional de
2002, Juan Pablo II instituía en 2003 una Comisión especial, presidida por el
cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la
Fe, con el encargo de elaborar un Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, CCIC, que recogiera
una formulación más sintética de los mismos contenidos de la fe. Tras dos años
de trabajo se preparó un proyecto de compendio, que fue enviado a
consulta de los Cardenales y de los Presidentes de las Conferencias
Episcopales. El proyecto, en su conjunto, obtuvo una valoración positiva
por parte de la absoluta mayoría de cuantos respondieron. La Comisión, por
tanto, procedió a la revisión del mencionado proyecto y, teniendo en
cuenta las propuestas de mejora recibidas, redactó el texto final de la obra.
3 Este compendio se desarrolla en 4
grandes partes:
a. Primera
Parte: La profesión de la fe
b. Segunda
Parte: La celebración del misterio cristiano
c. Tercera
Parte: La vida en Cristo
d. Cuarta
Parte: La oración cristiana;
a su vez, las
Partes se dividen en Secciones, luego en Capítulos y éstos en preguntas, cada
una de las cuales tiene su propio número secuencial, del 1 al 598. Todo el
Compendio, incluido el Apéndice de Oraciones Comunes y Fórmulas de Doctrina
Católica, el Índice Analítico, las Abreviaturas Bíblicas y el Índice General,
ocupa un total de solo 239 páginas.
4 Por eso el Card Joseph Ratzinger,
convertido ya en Benedictus PP XVI, expidió el 28 de junio de 2005 el Motu Proprio para la aprobación y
publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, en donde
dice: El Compendio, que ahora presento a
la Iglesia Universal, es una síntesis
fiel y segura del Catecismo de la Iglesia Católica. Contiene de modo conciso
todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia, de
manera tal que constituye, como deseaba mi predecesor, una especie de vademécum a través del cual las
personas, creyentes o no, pueden abarcar con una sola mirada de conjunto el
panorama completo de la fe católica.
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